¿Cómo le hago para regresar a mi vida cuando tengo tanto miedo?

¿Cómo le hago para regresar a mi vida cuando tengo tanto miedo?
De todo corazón espero que tú y los tuyos estén bien después de ésta gran sacudida y si no es así, deseo que pronto puedas estar en paz.

Hoy quiero dedicarme éste correo a mi. Si, hoy necesito escribirme a mi misma porque tengo un tema personal que necesita atención urgente.

¿Sabes qué? Tengo miedo, si, tengo mucho miedo.

Cada vez que pasa una moto pienso que es la alarma sísmica y estoy lista para salir disparada. Cuando escucho un ruido extraño, por más pequeño que sea, volteo a ver la lámpara a ver si se mueve. En las noches me despierto y no puedo dejar de pensar. Cierro los ojos y veo edificios derrumbados y camillas.

Estoy siscada.

Y como creo que la mayoría de nosotros estamos igual hoy voy a hablar del miedo. Si, de esa herramienta que me ayuda a evaluar cada situación y alejarme de las que pueden causarme un daño.

Osea que el miedo es amigo, no enemigo, pero ¿qué pasa cuando, como ahora, no hay una amenaza real y yo sigo aterrada?

Pasa que, el miedo se ha adueñado de mi, de mi vida y de mis pensamientos. ¿Será que ahora sí se ha convertido en un enemigo?

Pues no, mientras más lucho con el miedo, más crece porque le pongo más y más energía. Así que el asunto aquí es:

1. ACEPTAR
Simple y sencillamente aceptar que, si, tengo miedo y está bien. Eso ya me reduce el miedo enormemente, dejar de luchar y permitir que ésta emoción fluya libre y sin trabas.

2. RESPIRAR
Cuando tengo miedo hago respiraciones cortas y superficiales para poder salir corriendo o atacar. Si respiro profundamente diez veces, inflando el vientre al inhalar y pegando el ombligo a la espalda al exhalar, mi cerebro se llena de oxigeno y puedo entender que no hay nada que temer, el peligro ya pasó.

3. DEJAR DE ALIMENTAR AL TERROR
Ya no es necesario estar pegada al noticiero, ni seguir viendo fotos. La situación está bajo control y aunque si es muy doloroso la vida sigue.

4. REGRESAR A LO COTIDIANO
Volver a la rutina me da una sensación de control que genera seguridad. Regresa a hacer lo que te gusta, lo que disfrutas. A pesar de la tragedia, la vida es hermosa, se vale disfrutarla.

5. ABRAZAR
Cuando tengo miedo, necesito contención. Nada mejor que un abrazo para contener. Abraza a todo el que se deje, es por prescripción médica.

Bueno, pues creo que poner por escrito todas estas ideas me ayuda ordenar mi mente y poder retomar mi centro. Espero que a ti también te ayude.

Luz, bendiciones y muchos abrazos,

Elena Santos