Confesiones de una Drama Queen

Confesiones de una Drama Queen

Esta asombrosa mujer de a tostón, hoy te quiere confesar algo.
Put attention!

La mera verdad es que yo odio a las víctimas. Si señor, odio a esas personas que van por la vida sufriendo y clavadas en el drama. 

Pero como lo que te choca te checa, me he puesto pensar en dónde yo soy una víctima y por supuesto que lo encontré. 

Desde hace muchos años yo me he puesto en el papel de drama queen en la relación que llevo con mi mamá y si llevo años así es porque seguramente tengo grandes beneficios ahí.

Así que vamos a ver cuales son las ganancias de los sufridores:

 
1. EMPATÍA
Cuando eres el pobrecito de la historia, todos se solidarizan contigo y comparten tu dolor. Te apapachan y te hacen sentir querido.

2. ATENCIÓN
En medio del drama siempre eres el centro de atención. Es imposible no hacerle caso a una pobre alma en desgracia.

3. SENTIR QUE ERES BUENO
Uff, ésta es énorme. Si el otro es malo, malo, malísimo, entonces tu eres buena, buena, buenísima. Esto te da una superioridad gigante y te hace sentir taaan bien.

4. DEJAR DE SER RESPONSABLE 
Ajáaaaaa, cuando un malísimo te hace cosas horribles, no te queda otro remedio que reaccionar ante esto y lo que sea que hagas no es tu responsabilidad, es de ese horroroso ser. ¡Qué cómodo!

Pues sí hay unas lindas ganancias en eso de ser un Gutierritos cualquiera, pero ¿cuál es el precio que pagas?

1. LA EMPATÍA Y LA ATENCIÓN SON DE CORTA DURACIÓN
Chulísimo mi verso, la verdad es que a todos nos da una flojera horrible oír a alguien quejarse eternamente de lo mismo. Así que tarde o temprano las vas a perder.

2. PONER TU VALÍA AFUERA ES UNA TRAMPA
Siéntete bueno porque haces cosas buenas, no porque eres una víctima. Esa bondad no es real y tú lo sabes.

3. ENTREGAR TU PODER TE ANIQUILA
Ves como me encanta el drama, pero es verdad, cuando alguien más decide como vives tu vida estas sobreviviendo y eso no es vivir.

Pues si, eso de la sufridera definitivamente no vale lo que cuesta.

Así que yo no se tú, pero yo, ya acabé mi historia de telenovela, recupero mi poder y regreso a vivir mi vida como yo quiero, no como decida mi victimario en turno

Muchas bendiciones,

​Elena Santos