Confesiones en Cuarentena

Confesiones en Cuarentena
A 18 millones de semanas de estar guardada, o cuando menos así se siente, estoy empezando a pensar que eso de ser monja de claustro es lo mío.

Las pruebas de lo antes dicho son:

No tengo problema con no salir y necesito confesarme a cada rato.

Así que, ahí les va mi confesión:

Yo confieso que en ésta cuarentena en veces estoy muy animosa, quiero sacarle todo el provecho y salir renovada. En un sólo día quiero  escribir el libro, plantar el árbol y tener el hijo.

En veces sólo quiero decir fuchi, caca, popó gallina e irme a dormir.

¿Y sabes qué? Es lo que hay y está perfecto.

Fin de la confesión.

Si tú te sientes igual que yo, bienvenido al club, relajémonos y a fluir con lo que hay.

Por piedad dejemos la exigencia y fluyamos ante ésta situación tan  extraordinaria. Se vale ser compasivos, amorosos y presentes con cualquier emoción. Para eso estamos en cuerpo, para sentir.

¡Suelta el control y comienza hacerte cargo!

Bendiciones y luz,

Elena Santos