Santo Señor de Chalma, era en serio, iba a ser mamá y desde ese momento comenzó una montaña rusa de emociones que creo que no va a terminar jamás.
Me he reído, he llorado, me he enfurecido, he sido paciente, he explotado, he sido amorosa, comprensiva y presente y también las he querido rifar en tómbola navideña.
Sin duda alguna, el ser madre ha sido la experiencia más enriquecedora de mi vida. Cada una de mis hijas es un gran espejo que me muestra mis carencias, mis miedos, mis faltas de amor y también mi fortaleza, mi constancia, mi incondicionalidad.
Gracias a ellas me he salido de mi zona de confort y me he enfrentado a mis más grandes monstruos para crear la mejor versión de mi.
Una versión que si bien no es perfecta, es más, está más lejos que nunca de ser perfecta, si es más humana, compasiva y amorosa. O cuando menos eso trato.
Por eso hoy en un día tan especial quiero compartir contigo ésta imagen de Sarai Llamas que expresa todo aquello que es realmente importante cuando eres mamá, papá o simplemente una persona que quiere vivir más feliz.
¡¡Feliz día!!
PS mi parte favorita de la enseñanza es la de brincar en los charcos, digo por si tenías la duda
