¿Estás preparada para el cambio?

¿Estás preparada para el cambio?
Pero como se va la vida, cierras los ojos, los abres y tu hija más mirruña se está graduado de la prepa.

Santo Señor, ¡¡¿pero a qué hora pasó eso?!!

Pues si,  la semana pasada, mi retoño menor terminó la prepa y después de 20 años de ir a la misma escuela con mis hijas, me despedí con lágrimas y todo.

Mi abuela siempre decía que todo llega y pasa y es cierto. Mi niña termina la escuela y empieza una nueva etapa lejos de nosotros. Sniff, sniff.

Y aquí hay de dos, una es poner mi atención en su cama vacía, en las comidas sin ella, en sus saludos nocturnos que ya no van a ser y en los kilos de pasta que van a sobrar en ésta casa.

O bien, poner mi atención en la maravillosa oportunidad que tenemos de construir una nueva relación que no esté basada en la costumbre y en las etiquetas conocidas.

Centrarme en la satisfacción de saber que está haciendo lo que quiere de su vida y yo la estoy apoyando.

Yo elijo y de mi elección va a depender como me sienta y que tanto aproveche este cambio para mi mayor crecimiento y para el suyo. 

Ojo, yo no digo que no sea triste el que se vaya, ni tampoco que no la voy a extrañar, pero no necesito el drama, ni necesito echarle más crema a mis tacos de la que ya de por si tienen.

Por eso mi atención está en la oportunidad que éste cambio trae a mi vida, más que en la pérdida que con lleva. Para mi, esa es la manera de abrazar el cambio y sacarle el mayor provecho posible.

Yo estoy preparada para éste enorme cambio y tú ¿estás preparada para los cambios que la vida tiene para ti? Porque quieras o no la vida se mueve.

Bendiciones,

Elena Santos