Haz las paces con el miedo en 4 sencillos pasos

Haz las paces con el miedo en 4 sencillos pasos
Después de mis últimos tres correos, he tenido muchos comentarios pidiéndome que hable del miedo y como yo soy bien complaciente, saque del baúl de los recuerdos ésta joya de sabiduría que nos urge releer a todos.

¡Qué lo disfrutes!

Déjame te cuento que he compartido la mayor parte de mi vida  con un compañero leal. Ha estado conmigo desde que me acuerdo, a veces disfrazado de lobo, de bruja, de monstruo, de pirata.

Otras veces se ha escondido en mi mente detrás de un no me quiere, no me acepta, no me aprueba, no soy lo suficientemente buena, no me lo merezco, no es para mí.

También le gusta escabullirse a mi corazón como enojo, decepción, melancolía, envidia y frustración; o a mi cuerpo como gastritis, colitis, migraña y alergia.

Detrás de todas estas caras hay un solo y constante personaje. El miedo. Si, el miedo a no conseguir lo que todo ser humano anhela,  amor y aceptación.

Durante la mayor parte de mi vida he luchado contra él. Lo he visto como un enemigo, como algo que hay que erradicar y en ésta guerra he usado muchas tácticas.

He fingido que no existe, he controlado, me he quedado quieta en mi zona de confort, he rezado, meditado, respirado y he repetido mantras. Nada sirve, sigue ahí. Firme y fiel.

Así que, como no soy gladiadora, luchadora, boxeadora ni generala, decidí dejar la pelea y entender a este sentimiento tan constante en mi existencia.

¿Qué es el miedo? ¿Para qué sirve?

El miedo es una emoción que cuida mi cuerpo, que es lo único vulnerable que tengo.  Protegió a mis ancestros de los tigres dientes de sable, de los acantilados y de los mamuts para que yo pueda estar escribiendo esto hoy,  en vez de estar satisfaciendo mis ansias locas de tirarme de la quebrada con todo y antorchas.

Es mássi estás leyendo esto ahora es por que el miedo te ha cuidado a ti también.

Como cualquier emoción, el miedo no es ni bueno ni malo, sólo es y lo que hace que tenga consecuencias positivas o negativas es lo que haces con él. Así que te dejo estos tips para lidiar con tu propio defensor.

1. DEJA DE LUCHAR
A menos que seas profesional de las luchas, pelear contra algo no sirve de nada, solo le da más energía  y hace que crezca.

2. ACÉPTALO
Todos tenemos miedo, es parte de ésta experiencia material y está bien.

3. ENFÓCATE EN LO QUE SI QUIERES
Pon el miedo a un lado y pon frente a ti eso que si quieres y como te vas a sentir cuando lo logres.

4. DA UN PASO A LA VEZ
Sin prisa, pero sin pausa. Si te concentras sólo en el siguiente paso, llegaras a donde quieras con todo y miedo.

Hoy, por fin puedo hacer las paces con mi miedo y agradecer que exista. ¿Tú cómo te llevas con tu fiel acompañante?

Luz y bendiciones para ti,

Elena Santos