Creo que en México no hay día más significativo que el 10 de mayo. Es el día en el que se reconocen los súper poderes de las madres, subiéndolas hasta los altares mientras oímos a Denise mostrándonos sus respetos señora, señora, señora.
Yo te tengo que confesar que desde que empieza mayo traigo la canción pegada en la mente y no me la puedo sacar.
Después de tanto repetirla, he llegado a la conclusión de que las altas expectativas que tengo como madre vienen justo de ahí. De cantar la canción inconscientemente hasta que se adhiere al subconsciente y la hago parte de mis creencias y la verdad esas creencias están de terror.
Mira nada más que cosa.
Resulta que por ser mamá tengo que pelear con uñas y dientes y ser valiente en mi casa y en cualquier lugar, eso no se me da tan bien. A mi me choca pelear. Empezamos mal.
Seguimos con que soy una rosa fresca de abril, yo soy de noviembre y un fiel querubín, lo que sea que eso signifique.
Después me dedican sus versos, su ser y sus victorias. Santo Dios que compromiso. ¿Cómo responder a tanta veneración?
En la mejor parte, tengo que ser guerrera invencible y luchadora incansable y cuando termine de pelear, amiga constante de todas las horas. ¿Cómo se hace eso?
Para rematar soy linda su amiga, gaviota. ¿Huh, gaviota?
En fin, que las mamás tenemos que ser una combinación de Blue Demon, comadre y ser volador, completamente incondicionales y musas inspiradoras para el éxito de nuestros retoños.
¡Qué susto! Así que, para sacar de mi mente la canción de Denise, repite conmigo una y otra vez.
YO LO HAGO LO MEJOR QUE PUEDO Y ESO ES MÁS QUE SUFICIENTE
Suelta las expectativas y feliz día de las madres menos perfectas y más felices,
Elena Santos
