¡¡Por piedad, dilo!!

¡¡Por piedad, dilo!!
Te voy a decir un secreto pero shhhhhhhhhhh; a veces, me da una flojera horrible escribir estos correos, a veces siento que a nadie le importa y que nadie los lee.

Sí, esa el la puritita verdad.

Así que, la quincena pasada que recibí cientos de contestaciones,  besos, abrazos y apapachos, de verdad que me sentí super acompañada.

Sentí que todo el esfuerzo que hago en pensar, escribir, programar y mandar valía la pena, que sí hay alguien atrás de la pantalla y que ese alguien piensa y siente igual que yo, que esto que escribo llega a tu corazón y me encantó, pero me quedé pensando;

¿Por qué no le decimos a nuestros compañeros, amigos, familiares, empleados y demás compadres que los queremos, que valoramos lo que hacen, que son importantes en nuestras vidas?

¿Por qué necesitamos que alguien la esté pasando mal, que haya un temblor, que estén las cosas feas para ser empáticos, solidarios y amorosos? 

Los seres humanos sólo buscamos dos cosas, amor y aceptación, bueno y yo también necesito comer seguido. Nada más necesitamos eso.

¡Démonolos, por piedad!

Por amor a la humanidad, dilo, nada más dilo. Saca de ti todo ese amor y hazle el día, el mes o hasta el año a alguien. 

Yo por mi parte te digo que amo que me leas, que compartas conmigo el camino, que le des un propósito a mi vida, que me permitas extender mi luz, que saques lo mejor de mi y que juntos hagamos un mundo mejor.

¡¡Ya lo dije!! Ahora te toca ti. 

Muchas bendiciones,

​Elena Santos