Se Vale Llorar

Se Vale Llorar
No se si sean los astros, el karma o mi energía creativa, pero desde hace un mes ando de problema en problema y para rematar, hoy hace 15 días que  se murió mi adorada perra Lola.

Estoy a punto de irme a hacer una limpia, pero antes, quiero volver a enviarte éste mensaje que escribí hace  más de un año, para todos los que necesitan oír que si, se vale llorar.


Somos seres espirituales viviendo una experiencia material. Sí, materia y espíritu, y la verdad es que a mi a veces me gana la materia y se me olvida un poco el espíritu y me enojo y hago berrinche y me siento triste y de malas y pongo mi atención en lo que no y mando a volar a todas las enseñanzas.

Y ¿sabes qué? se vale, se vale llorar, sí señor se vale. Porque finalmente también soy materia y vivir en plenitud es pasar por todas éstas emociones negativas y finalmente regresar a la paz del Ser mucho más completa.

Sí tu te sientes igual, no dejes de leer éste hermoso escrito de Jeff Foster y vive la imperfección de la materia. Porque total, pleno, perfecto y completo ya eres.

Saludos y bendiciones,

Elena Santos

Sólo tienes que ser un ser humano

A veces simplemente tienes que venirte abajo y sentir
Tienes que perder tu preciado “despertar”
A veces no llegas a convertirte en un Buda
Sólo tienes que ser un ser humano, sintiendo
A veces, el viejo dolor sale a la superficie
El viejo temor, la tristeza, el trauma,
el dolor abrasador del niño abandonado,
la rabia de un universo olvidado y de repente, toda tu comprensión espiritual se desmorona, todas las bellas palabras espirituales pronunciadas por esos maravillosos maestros espirituales, todos los conceptos, las ideas acerca del despertar y la iluminación,  la perfección pura de la consciencia inmaculada; y el Yo, que es un no-yo desapegado, y el camino, y el gurú…
todo eso es visto como palabras vacías, sin sentido, estupideces de segunda mano, muertas para ti
Lo que es real, en este momento, es el ardor en el vientre, el fuego en el corazón
Inevitable, intenso, tan vivo, tan presente
A veces sólo tienes que sentir
No tienes alternativa
Plantar tus pies en el suelo y respirar en la incomodidad y confiar y tal vez confiar en que no puedes confiar en este momento
Tomar momento a momento, momento, a momento
Saber que nada está trabajando en tu contra
Despertar de tu sueño acerca de cómo “debería” ser éste momento
Tirar a la basura todas tus ideas de segunda mano acerca del camino
A veces, tu espiritualidad tiene que hacerse añicos,
para que finalmente puedas realizar
ésta espiritualidad más profunda de sentir y de estar presente con los pies en la tierra
y de escuchar el sonido de los pájaros cantando a la distancia y la entrega total a esta preciosa vida.

Jeff Foster