¿Ya aprendiste o necesitas otra sacudida?

¿Ya aprendiste o necesitas otra sacudida?
Pues ya pasaron tres semanas. Sí, la vida poco a poco regresa a su cauce y con ésto regresamos a odiar al de junto, a quejarnos de todo, en fin a nuestro habitual modo de me vale.

Dos veces en mi venerable vida he visto a ésta ciudad hermanarse y a sus habitantes hacerse verdaderamente responsables. Curiosamente las dos veces fue el mismo día con 32 años de diferencia y las dos veces tuvo la misma razón.

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. Eso exactamente es lo que pasó los 19es de septiembres de los que hablo. 

Los chilangos nos aterramos al ver nuestra chinampa en un lago escondido hundiéndose y nos acordamos de que somos vulnerables, pero sobre todo de que somos hermanos.

Si señor, HERMANOS. Sin importar tamaños, colores, orientaciones o clases. Hermanos ayudando a hermanos como en una gran comuna hippie de 22 millones de personas.

Ya lo hicimos dos veces, eso quiere decir que, de que podemos, podemos y además nos encanta.

¿A poco no es padrísimo que te pregunten si tienes hambre y te regalen una torta en mitad de la calle? ¿No es hermoso dar y recibir amor en una larga cadena que pasa sonrisas, solidaridad y apoyo entre puras personas que en tu vida has visto?

ES UNA CHULADA 

Y eso, eso exactamente es lo que venimos a vivir es éste mundo material. ¿Vamos a necesitar más temblores para recordarlo? ¿O ésta vez es la buena? 

No se tú, pero yo ya aprendí.  Ya soy consciente de que el de junto puede ser el que arriesgue su vida por mi si es necesario, porque es mi hermano. Ya vi cuanto amo a mi ciudad y por eso me hago responsable de ella. Ya se, sin ninguna duda, que me voy a morir así que no voy a perder mi valiosísimo tiempo en tarugadas 

A mi, los 19es de septiembres de 1985 y de 2017 me cambiaron la vida. Me hicieron mucho más consciente, solidaria, amorosa y presente y así quiero seguir.
¡¡Si, si, si!!

¿Y TU?

Besos,

Elena Santos